Siempre se ha dicho que el desayuno es la principal comida del día ya que, tras el ayuno nocturno, es el combustible que nos pone en funcionamiento y nos proporciona un mejor rendimiento físico y mental.
Ahora además desde Estados Unidos llegan nuevos argumentos para su defensa. Según un estudio llevado a cabo con mujeres obesas en la Universidad de Virginia, aquellas que ingerían en el desayuno la mitad de las calorías diarias se alimentaban mejor durante el día.Es decir, que un buen desayuno, además de no ser tan aburrido como un café con tostada, evita tener antojos de carbohidratos durante el resto de la jornada.
La investigación tomó como muestra a 96 mujeres obesas y con baja actividad física. Se les establecía un consumo de 1.240 calorías diarias, con una ingesta baja de grasas y más hidratos de carbono y proteínas.
En el desayuno consumían 610 calorías, con 58 grs. de carbohidratos, a mediodía 395 calorías y a la cena 235.
Al cabo de cuatro meses de dieta y sin antojos habían perdido 12,6kg. de media y después de ocho meses una quinta parte de su peso, frente al 5% que bajaron aquellas que mantuvieron una dieta más baja en hidratos de carbono. Y es que su falta ralentiza el metabolismo y a la postre conlleva la recuperación del peso perdido inicialmente con rapidez, también porque estimula el picoteo.
