El Parlamento europeo ha votado a favor de incluir etiquetas de advertencia en los alimentos sobre aditivos que se ha demostrado tienen un efecto adverso en la actividad y la atención de los niños.
Dieciocho meses después de la aprobación de la ley, los colorantes E110, E104, E122, E129, E102 y E124 y el conservante E211 tendrán que estar claramente advertidos en las etiquetas alimentarias, después de que la Agencia británica de Estándares Alimentarios demostrara que incrementan la hiperactividad infantil, incluso en aquellos que no se les había diagnosticado el síndrome de Déficit de Atención-Hiperactividad. Este síndrome de la conducta se caracteriza por la aparición de tres síntomas: hiperactividad, falta de atención e impulsividad.Llegada la fecha límite, los productos que estén a la venta sin la etiqueta correcta tendrán que ser retirados.
Los aditivos en cuestión son:
E102 o Tartracina
E104 o Amarillo de quinoleína
E110 o Amarillo Anaranjado S o amarillo ocas FCF
E122 o Azorrubina
E124 o Rojo cochinilla A o rojo Ponceau 4R
E129 o Rojo Allura AC
E211 o Benzoato Sódico
Todos ellos son artificiales, pueden producir reacciones alérgicas y varios de ellos son potencialmente cancerígenos, por citar sólo alguno de sus posibles efectos secundarios. Se encuentran en numerosos alimentos procesados como la bollería y los refrescos, consumidos gustosamente por los niños, con o sin supervisión. Las organizaciones opuestas a los aditivos se preguntan por qué esos ingredientes no se eliminan directamente de la producción alimentaria para evitar completamente su consumo.