Una planta para el tratamiento de residuos de café en el Valle del Cauca, Colombia, producirá bioetanol y generará un beneficio social, ambiental y económico para las comunidades locales. El mucílago, la miel generada al lavar la semilla del café, es una sustancia viscosa que tradicionalmente ha contaminado las fuentes hídricas de las zonas cafeteras en el suroeste colombiano. Ahora se utilizará para fabricar combustible.
El reciclaje del mucílago ofrecerá nuevas oportunidades de generación de ingresos para los productores de café, ya que lo podrán vender a la planta de etanol. Además, ya no tendrán que pagar la multa que el Ministerio de Medio Ambiente les impone cada vez que lo vierten al río.
La micro planta para producir bioetanol aun está en pruebas pero dentro de poco entrará en completo funcionamiento. Dicha planta tendrá capacidad para producir entre 800 y 1.000 litros diarios de bioetanol. Para ello se necesitan entre 8.000 y 12.000 litros de mucílago, algo asequible ya que el Municipio de Caicedonia, donde está ubicada la factoría, concentra 18.000 hectáreas de cafetales.
El bioetanol que se produzca en esta planta tendrá diferentes usos: carburante para vehículos; para alimentar unos 25 generadores eléctricos de 5kw que iluminen granjas y viviendas; combustible para estufas. Por otro lado, el residuo resultante del proceso de fermentación y destilación se convertirá en abono y en suplemento alimenticio para los animales.
Este proyecto fue uno de los 26 ganadores del Concurso de Innovación Energética IDEAS que lanzaron en el 2009 GVEP, la Cooperación Alemana para el Desarrollo GIZ y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La supervisión de estos proyectos cuenta con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda (DGIS).
“Con este proyecto se soluciona un problema pre-existente de contaminación y además se ayuda a los pequeños caficultores a mejorar su calidad de vida y aumentar sus ingresos, protegiendo el medio ambiente y ojalá fomentando el desarrollo futuro de otras empresas con visión y liderazgo en el campo de energías más limpias”, señala Diana de la Vega, Gerente para Colombia de GVEP.
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