La nanotecnología ha producido un revestimiento para las ventanas y paneles solares que repele la suciedad. Los biofiltros se basan en el montaje de péptidos que detectan la contaminación. También funcionan como súper-condensadores que pueden ampliar la capacidad de almacenamiento de las baterías para coches eléctricos.
La investigación desarrollada en la Universidad de Tel Aviv opera en el rango de 100 nanómetros (aproximadamente una mil millonésima de metro) y aún menor. El Departamento de Microbiología Molecular y Biotecnología ha encontrado una nueva forma de controlar los átomos y las moléculas de péptidos de forma que "crezcan" de manera semejante a pequeños bosques de hierba.
Estos "bosques de péptidos", repelen el polvo y el agua. Es la solución perfecta para la limpieza de ventanas y paneles solares que cuando se ensucian pierden eficiencia. Esto significa ahorro de dinero en el mantenimiento y limpieza, que es especialmente un problema en los desiertos polvorientos, donde se instalan la mayoría de las granjas solares en la actualidad. Las ventanas selladas de los rascacielos tampoco tendrían necesidad de ser lavadas.
"Esta investigación comenzó como un intento de encontrar una nueva cura para la enfermedad de Alzheimer. Para nuestra sorpresa, también tiene consecuencias para los coches eléctricos, la energía solar y la construcción" explica el doctor Adler-Abramovich.
Tan barato como el edulcorante de la gaseosa
Mediante una variedad de péptidos, que son tan sencillos y baratos de producir como el edulcorante artificial aspartamo, los investigadores han creado los “nano-tubos auto-ensamblados” en el vacío a altas temperaturas. Estos nano-tubos pueden soportar el calor extremo y son resistentes al agua.
Además, esta tecnología puede conducir a un material de almacenamiento de alta densidad y podrían dar a las actuales baterías eléctricas el impulso necesario para iniciar un coche eléctrico, subir una colina o adelantar a otros coches y camiones en la carretera. Una de las limitaciones de los vehículos eléctricos es precisamente el empuje, y el equipo investigador cree que su trabajo podría conducir a una solución a este difícil problema.
El laboratorio va a desarrollar su tecnología de recubrimiento con fines comerciales. Además, existe un contrato con la farmacéutica Merck para continuar el trabajo con péptidos cortos para el tratamiento del Alzheimer, como estaba previsto originalmente.
Fuente: Nature Nanotechnology