En Alemania han resuelto el problema de almacenar la electricidad generada mediante la fuerza del viento, gracias a una planta híbrida con turbinas eólicas, biogás y la unidad de electrolisis que produce el hidrógeno. Este, a su vez, servirá para realimentar el propio funcionamiento de la planta y como combustible para automoción.
Se trata del resultado de la unión de varias empresas energéticas y de tecnología, en busca del sistema de almacenamiento para la electricidad generada a través de fuentes renovables. El exitoso proyecto, desarrollado en Brandenburgo, cuenta con el entusiasmo de otros cantones, así como con el apoyo oficial del gobierno. Se le conoce como la Alianza Energética del Hidrógeno a partir del viento (Performing Energy Alliance for Hydrogen from Wind).
Entre tanto, Vattenfall, protagonista en esta aventura sostenible, sigue su investigación por lograr sistemas de distribución automatizados que soporten sobrecargas de producción eólica. Esta empresa germana de energía, especialista en viento, proyecta dos campos de turbinas marinas que, desde la costa, darán suministro eléctrico a 800.000 alemanes.
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