Estas losetas para pavimentación exterior están elaboradas hasta en un 95% con restos de plástico y goma de neumáticos. Por cada 300 metros cuadrados se evitan que vayan al vertedero 500 ruedas y 15.000 recipientes de plástico. No emite toxinas o partículas contaminantes y su utilidad es múltiple, desde caminos de entrada o con bajo volumen de tráfico, aparcamientos, senderos y paseos, hasta áticos, terrazas o patios. La variedad de colores abarca seis opciones naturales que no se decoloran y que pueden combinarse según los gustos.
Las Vast Pavers, que es como se denomina esta nueva forma de pavimentación nacida en Estados Unidos, pesan una tercera parte que un adoquín de hormigón, no resbalan y cuentan con garantía de diez años anti grietas. No necesitan mantenimiento y tampoco se enmohecen. Se ofrecen en versión impermeable o no y su instalación es bastante sencilla, sobre una rejilla específicamente creada para conferir uniformidad pero que a la vez permite flexibilidad en el diseño. El ahorro en tiempo de montaje redunda en los costes laborales.
Otro dato a tener en cuenta en la cadena de vida de este producto es que se puede desmontar en cualquier momento para volver a reciclarlo y convertirlo en nuevos adoquines. Con todo, el hecho de que desprendan un ligero olor a goma durante las primeras semanas tras la instalación, puede convertirse en algo secundario.
Ecogaia - Imagen: Vast Pavers