La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha desarrollado nuevas persianas con un material inteligente denominado “con memoria de forma” que abren y cierran de acuerdo con la temperatura ambiental. Están destinadas a edificios sustentables para ahorrar energía y mantener un clima ideal.
Durante el día, con la energía solar las persianas se abren a partir de 15º, mientras que por la tarde al ocultarse el Sol y descender la temperatura se cerrarán a partir de 8º.
Existen dos tipos de materiales con memoria de forma: uno producido en Estados Unidos y Europa que está hecho de una aleación de níquel y titanio; y otro de cobre, aluminio y berilio que la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM producen en el país.
“Los insumos con Memoria de Forma son aquellos que, tras ser deformados, recuperan su forma original al aplicarles un cambio de temperatura”, detalló Cortés Pérez, uno de los investigadores de este proyecto. A partir de este principio de las “Persianas Inteligentes”, se creó un dispositivo que cuenta con unas láminas de memoria de forma, las cuales se expanden con el calor del sol y hacen girar un engranaje que abre las persianas, al enfriarse las láminas se contraen nuevamente y el engranaje regresa a su postura original, cerrando nuevamente las persianas.
Dichos insumos con memoria de forma reaccionan al calor según su composición. Lo que más trabajo ha costado ha sido determinar los niveles de composición del material para que éste reaccione a la temperatura deseada (en este caso la temperatura ambiente), generando un óptimo funcionamiento.
El proyecto de las persianas inteligentes ha pasado por tres etapas: la primera consistió en estudiar el comportamiento de los materiales; la segunda en el diseño de los modelos matemáticos y la tercera en la aplicación de las láminas con memoria de forma en las persianas.
El nuevo desarrollo tecnológico traerá múltiples beneficios como el ahorro de energía, ya que los sistemas actuales que existen de persianas inteligentes son sistemas muy complejos que requieren de energía para funcionar, mientras que estas persianas están basadas en un sistema mecánico muy sencillo y que únicamente utilizará la energía solar.
Además, en los edificios inteligentes de oficinas, se pretende que las persianas sean utilizadas para regular la entrada de calor manteniéndolos en una temperatura adecuada y evitando así el uso constante de los sistemas de aire acondicionado, lo cual generará también un ahorro importante en el consumo de energía además del económico para las empresas.
Se trata de una aportación muy valiosa ya que estos materiales tienen aplicaciones en el campo de la medicina, la industria automotriz y muchas otras áreas.
Fuente: UNAM
